miércoles, 10 de agosto de 2016

El Dinero ¿Es bueno o malo?

¿Cuántas veces has sido infeliz por tener dinero?

¿Alguna vez te ha afectado en tu vida tener dinero?


Varios amigos me han dicho que el tener mas dinero les ha afectado. Me han comentado: cuando empecé a ganar más dinero mi familia se fue alejando de mi, mi novia me dejó, tuve peleas con muchos amigos y me dejaron de hablar, y hasta te contagian con sus penas, pobres de ellos.

Sin embargo muchas veces te cuentan lo que les conviene, hacerse los mártires de la vida, sin asumir sus responsabilidades, creo que muchos imaginamos que desde que comenzaron a tener un mejor sueldo cambiaron muchas cosas, aquí nuestros padres podrían decir: vez yo tenía razón “el dinero te cambia”, te hace mas soberbio, mas embustero, una mala persona. Tal pareciera que esto es como una especie de hechizo, pero en realidad la respuesta es muy simple el que cambia no es el dinero sino uno.

Muchos de “los varios amigos” tuvieron sus problemas porque con más dinero se dedicaban a beber más y frecuente, a buscar otro tipo de estupefacientes como la cocaína, eso les causo problemas con su familia y pareja, perdieron sus trabajos y comenzaron a pedirle prestado a los amigos pero para seguir con los vicios, en fin.



Pero ¿por qué nos afecta tener más dinero?
Esto en mi opinión se debe a una idea falsa y mal construida idea del poder que nos hace sentir. El tener más dinero nos ayuda a magnificar nuestra mentalidad y pensamientos que tenemos, si nuestra mentalidad es de vacíos comenzamos a querer llenar esas carencias mentales y físicas, pero ¿qué pasaría si nuestra mentalidad fuera diferente?

¿Qué pasa si nuestra mentalidad es de carencias?
Iniciamos una campaña de adquisición de cosas materiales, joyas, el celular de moda, pantallas, electrónicos, en general cosas que no tuvimos, que siempre hemos querido. Muchas veces sin convicción propia, sino porque el vecino, el amigo, el familiar las tienen, nosotros también.

¿Qué pasa si nuestra mentalidad es de envidias y venganza?
El conde de Montecristo podría ser el mejor ejemplo, ocupamos el dinero para comprar un coche y después pasar enfrente de la chava que nos dejo por no poder cumplir con sus demandas. O irse a rentar a las lomas para demostrarle al marido que él era un pobre perdedor. Entiendo lo absurdo que puede llegar sonar pero son solo por poner ejemplos.

¿Qué pasa si nuestra mentalidad es de prosperidad?
Simplemente el dinero extra no se ocupa para gastar, se ahorra una parte para emergencias o imprevistos, otra se ocupa para invertir en uno mismo como pagar cursos y certificaciones de su oficio (cursos de inglés, computación, talleres), otra se podría ocupar para adquirir cosas que puedan aportar valor a la casa o ingresos como por ejemplo, arreglar las tuberías de los baños para no desperdiciar agua, comprar focos ahorradores, comprar una computadora para uso escolar de los hijos, adquirir un equipo de sonido para rentarlo los fines de semana, comprar creperas para vender postres por las noches.

¿A qué mentalidad le podría ir mejor si después de 3 años les cortamos los ingresos extras?

Un ejercicio muy simple que les recomiendo para saber exactamente en donde estamos parados es el siguiente:

Imagínate que hoy te sacas alguna lotería del raspadito y te ganas $100,000 pesos. Pregúntate ¿qué haría yo con ese dinero?

  • Lo ocuparía para pagar mis deudas.
  • Lo ocuparía para comprarme o dar el enganche de un coche.
  • Lo ocuparía para comprarme los artículos de moda e ir a festejar, viajar.

En estos casos lo que posiblemente necesitemos primero es educación financiera, quitarnos de la cabeza la necesidad de estar comprando tanto sin analizar, saber si lo que gastamos supera lo que ganamos. Si nos mantenemos con esta mentalidad en 1 o 2 años vamos a regresar al mismo lugar que estábamos antes de ganar el raspadito, algunos incluso en 6 meses. El más extremo fue un vecino me dijo que 100,000 pesos no alcanzan para nada.

Y si mejor:

  • Lo ocuparía para un fondo de ahorro para la educación de mis hijos.
  • Lo ocuparía para emprender un negocio.
  • Lo ocuparía para invertir conservadoramente.

Aunque como dice mi vecino $100,000 pesos no te sirven para vivir de por vida, pero si son de gran ayuda buscando la manera de volverlos productivos, esta forma de pensar no busca acabar con el dinero busca hacerlo valer a futuro o busca generar más, tal vez alguno lo dejaría como un fondo para emergencias, funciona siempre y cuando no le dé el síndrome de las monjitas de escuela “estarle pellizcando”.


Seguramente has escuchado e incluso estado en una “tanda“, a mí se me hace como un ejercicio de aceptación de lo obvio “no tengo fuerza de voluntad para dejar de gastarme hasta el último pesito”, por eso mejor se lo dejo a otra persona para que me aleje de Satanás. Pero no podemos pasarnos toda la vida haciendo esto, debemos superar esas tentaciones por nosotros mismos.
Cuando mi abuela materna enfermo, mi madre fue la que dedico 24 horas a su atención, desde alimentación, aseo, medicinas, todo. Pero conforme fue incrementando la enfermedad, tuvo que cambiar la vía de administración de uno de sus medicamentos.
Tenía que ser inyectado, afortunadamente en donde vivíamos había la posibilidad de llevarla con una enfermera que lo hacía, incluso una de mis tías sabia inyectar; un día esta tía le dijo a mi madre que debía que aprender a hacerlo, ya que en algún momento podría presentarse la necesidad, mi madre no sabia y tenía miedo de no hacerlo bien y tal vez empeorar las cosas, pero tenía algo que la hizo cambiar, el compromiso con mi abuela, por esa razón se armo de valor para asumir el reto, pidió empezar a practicar con una naranja, pero mi tía le dijo “naranjas” vamos directamente sobre la abuela.
Así fue como ella supero ese miedo y como era de esperarse si, efectivamente “la ley de Murphy nunca falla” tuvo que inyectarla, ya que había veces en donde no podía hacerlo otra persona. Incluso hoy en día muchas vecinas y familia la buscan para que le apliquen sus inyecciones, ya le dije a mi madre con su respectiva cuota (el interés ya saben).
Entonces una de las claves para ayudarnos a superar algunas de nuestras debilidades de consumismo es tener una meta y el compromiso para cumplirla, hacerlo por nosotros mismos y no buscar excusas y pretextos a las cosas que no hacemos o que no logramos.

En conclusión.


Lo que pretendo explicar es que para poder hacer funcionar nuestros sueldos, ganancias, utilidades, aguinaldos, herencias de la abuelita, etc. Es necesario que comencemos a cambiar nuestra forma de pensar.

Si tienes un dinerito extra haz lo siguiente:

1.    Proponte una inversión productiva con ese dinero en algo que te guste (pero que te guste y no que sea un fastidio), en base al dinerito pon el plazo, si se te complica busca metas más cortas y posiblemente más fáciles. Tiene que ser productiva la inversión, nada de invierto en comprarme el controlador dj para después arrumbarlo y terminar vendiéndolo en mercado libre.

2.    Comprométete con esa meta de inversión y disponte a realizar el sacrificio que sea necesario para alcanzar los resultados. Este paso puede ser complicado porque es un cambio al que muchos no estamos acostumbrados. Si después de iniciar esta fase sientes que vas a tirar la serpentina antes de lograr la meta, repite lo siguiente: ¿quiero seguir así toda mi vida o quiero mejorarla?, entonces mejor me aguanto y sigo con el plan.

3.    Aprende mas sobre temas enfocados a tus metas. Por ejemplo si tu meta es aprender otro idioma, investiga que ocupan los poliglotas para motivarse, sus técnicas, que centros de lenguas extranjeras son las de mejor resultados y si se ajusta a tu presupuesto, hacerse de algún amigo que hable ese idioma, etc.

4.    Mientras estas invirtiendo deja de comprar cosas que no sean necesidad, reduce las salidas a los clubes de élite, cantinas, pulcatas. No caigas en las “quesque ofertas” de pantallas a mil meses sin intereses, en pocas palabras no gastes lo que no tienes.

5.    Una vez que termine tu plazo de inversión si tuviste éxito analiza los beneficios que tienes, del ejemplo del punto 3,  el simple hecho de que ya hables inglés es más que una buena inversión, es como un pase a mundos que desconocías, dejar de "washa washear", aumento de sueldo, un mejor trabajo (si, hay que moverse también no crean que ya por saber van a venir a buscarte a la puerta de tu casa para que hagas comerciales). Si hubieron buenos resultados pero no fueron tanto como esperabas identifica que cosas puedes mejorar para la próxima. Por ejemplo si ya escribes y lees bien el inglés pero en las conversaciones te pierdes, entonces hay que enfocar más práctica en ese rubro.

6.    Si no logras tu objetivo analiza que es lo que no funciono, pero debes de ser honesto, nada de decir que no aprendí porque no se me da eso de las lenguas, cuando en realidad faltaste a muchas clases por huevita o porque se te atravesaban los compromisos más rigurosos, o no repasabas ni practicabas porque tu agenda tipo Carlos Slim no te lo permitía. Lo que sigue es corregir lo que no funciono, ajustar estrategia y volver a  intentarlo, si ya se!, van a decir pero si no funciono para que sigo insistiendo, recuerda que  dije corregir lo que no funciono y no volver a hacer lo mismo.

7.    Busca una nueva inversión, nuevo reto, haz que esto se vuelva parte de tu rutina.

Intenta trabajar en estos puntos, se que son cambios o cosas a los que no estamos muy acostumbrados, pero eso si una vez que te comprometas comenzaras a ver buenos resultados, si no vez los resultados que esperabas no te preocupes, veras que esa experiencia te dará otras cosas que puedes aprovechar, cualquier experiencia es aprendizaje y el conocimiento es poder.

Estamos iniciando este blog, con ideas para ayudarnos a encontrar el éxito, emprender proyectos, mejorar nuestra calidad de vida, finanzas y alguna que otra cosa de moda.

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