sábado, 13 de agosto de 2016

¿Por qué no logro obtener lo que quiero?


Muchas veces nos hemos sentido frustrados, por no poder obtener lo que queremos, cosas materiales, buenas calificaciones, tener tu propio negocio, lograr ascender en un puesto de trabajo. Y cuando queremos analizar las causas siempre suponemos que se deben a cosas ajenas, a factores externos e incluso a la mala suerte que poseemos, pero nunca hacemos una evaluación de nosotros, nuestras virtudes, nuestros planes, nuestras metas, nuestras acciones en algunos casos ni siquiera se tienen estas. La respuesta es tan simple como cuando vamos en nuestro auto y este no está acelerando bien, no le echamos la culpa a la carretera, a las señalizaciones sabemos que el problema es con nuestro auto y no con lo que hay fuera, es lo mismo que sucede con nosotros, deberíamos saber que el problema radica en nosotros y no en todo lo externo.


El primer paso para poder iniciar un cambio a la prosperidad es aceptar que tenemos una mentalidad pobre, entender por qué todo lo que hemos hecho hasta ahora no nos ha funcionado como realmente quisiéramos.

Tenemos que ser conscientes de nuestra realidad y no justificarnos con todos los pretextos habidos y por haber, como “soy pobre porque no estudie”, “mientras tenga salud lo demás no importa”, “el dinero vuelve mala a la gente”, “me hubiera gustado tener dinero para hacer un negocio”.

Yo respeto mucho las religiones, y una cosa positiva de ellas es que promueven el cambio de mentalidad y valores, los mismos curas en las misas católicas lo dicen “pídele a dios que te ayude, pero no creas que ahí sentado del cielo te caerá la solución, tienes que ayudarte tu también”.

Si alguna vez han leído el libro “El secreto” de Rhonda Byrne, se darán cuenta que esta trata sobre la “ley de atracción” una de las leyes de física cuántica. Pero, para mí solo es la primer parte de un cambio de mentalidad, ya que muchos de los personajes sugieren que esto funciona solo con desearlo,  visualizarlo, sentir emociones positivas y listo; pero me he preguntado ¿Cómo lograron lo que tienen estos personajes? Podría asegurar que no solo fue nada más haciendo esos ejercicios, sino que tuvieron que actuar, trabajar, buscar, poner en acción sus ideas. Varios de ellos son escritores y dudo mucho que Jack Canfield solo haya esperado sentado a que se escribiera, publicara y promocionara su libro “Sopa de pollo para el alma”.

Pero entonces ¿Por qué tenemos esta mentalidad?

Antecedentes Familiares

Los padres y la familia juegan una labor importante en la mentalidad que tendremos a futuro. Muchos de nuestros padres nos dan consejos para que nos vaya bien en la vida, evitemos cometer los errores que ellos cometieron y seamos mejores personas, pero, ¿quién los educo a ellos?

Aunque parezca mentira pero nuestros padres también llevan en su mentalidad consejos y educación de nuestros abuelos. Podemos comenzar con la cultura machista de México, los abuelos les decían a nuestros padres: “El hombre debe trabajar duro porque es el que lleva el sustento a la casa, la mujer debe estar dedicara a las labores del hogar y a los hijos” Y lo mejor de todo es que la sociedad de aquella época lo reafirmaba porque si no mantenías a tu esposa o no hacías valer tu calidad como hombre de la casa, te tachaban de un pelele o alguien sin fuerza y carácter.

Pero lo que algunos de nuestros padres pasan desapercibido es que el contexto a través del tiempo va cambiando, y esas viejas reglas de la sociedad hoy en día ya no aplican, una madre soltera no se da el lujo de esperar a un hombre que le de sustento para poderse dedicar al hogar, ahora ellas buscan el sustento, atienden al hogar y a sus hijos.

Muchas de las frases de nuestros padres eran: “cuando seas grande te darás cuenta lo difícil que es la vida”, “si no te dejo hacerlo es porque no quiero que te pase algo”, “por qué no aprendes de tu hermano”, “eres un desordenado”, “eres un burro”, “¿quieres acabar como el bolero del parque?”, “deja de perder el tiempo en cosas que no te dejan dinero”.

Podríamos hacer una gran lista de frases, pero estos ejemplos podrán servir para darnos cuenta de los mensajes que nos transmitían nuestros padres, ellos no lo decían para fregarnos lo hacían porque querían que mejoráramos y siguiéramos el camino que a ellos les había funcionado.

Pero si leemos solo lo que está en negritas nos damos cuenta de que aparece como un mensaje subliminal, que nos habla de que todo es difícil, de miedo, de ser como alguien más, que estamos limitados en varios aspectos y que por más que busquemos no vamos a lograr lo que queremos si no es adoptando una forma cerrada de ver las cosas.

Entonces ¿nuestros antecedentes familiares son la culpa?

La respuesta es un NO rotundo, aunque sí retrasa nuestros sueños y afecta nuestra manera de ver la vida, pero no es el motivo ni debe ser justificación de nuestra mentalidad. Bill Gates nos dice lo siguiente: “si naces pobre no es tu culpa, pero si mueres pobre es tu responsabilidad” con ello no me quiero referir a solo la pobreza monetaria, si no a la pobreza mental. Incluso tampoco los problemas de nuestros padres, Steve Jobs fue adoptado, y en vez de frustrarse por saber que problemas hubo con sus padres biológicos, prefirió enfocarse en sus sueños.


Nuestros Miedos

Comienza por preguntarte algo tan simple como ¿Cuál es mi mayor temor en la vida?

Incluso es posible que no sea solo uno, sino que tengas muchos temores en la vida, y la o las respuestas sean lo que te tiene atado en tu vida, así de simple.

 Por ejemplo el mayor temor en la vida de mi amigo López es quedarse sin trabajo, porque tiene deudas en el banco, tiene un hijo que está estudiando, su esposa lleva un tratamiento costoso para su enfermedad y si llegara a perder su empleo no sabría cuanto tiempo podría aguantar antes de conseguir otro trabajo. Su vida fuera de ser divertida se ha vuelto un martirio, porque tiene que quedarse a trabajar muy noche si el trabajo lo requiere, no puede contradecir al jefe porque si lo hace enojar la podría pasar mal, si se enferma no puede faltar ya que estaría con el pendiente de que lo puedan correr, llega a casa cansado y  ya no juega ajedrez en línea como lo solía hacer antes, su pasatiempo como coleccionista de estampitas anime ha quedado en el olvido. Tal pareciera que el amigo López no tiene más que conformarse con lo que tiene. Es contador y un día le comente que un par de amigos andaban buscando quien les llevara su contabilidad personal y nominas de sus empresas, en vez de ver una oportunidad para tener un ingreso extra, me dijo que no podía él, porque no quería que después lo estuvieran consultando a cada rato y menos en horas de oficina a parte que los fines de semana el descansaba no trabajaba.

El miedo nos crea barreras en muchas de las cosas que soñamos, que anhelamos, nos impide dar el pequeño paso que se necesita para comenzar a construir o lograr lo que queremos en la vida. Si vivimos todo el tiempo con miedo a que van a decir de mi, mejor no participo porque son más los que no quieren participar.

Otro caso es de mi amigo Rodolfo, el todos los viernes jugaba cartas en casa de otros amigos, el tenia el habito de ahorrar, algunas veces se iba de viaje con su familia, cambiaba de auto 1 vez cada dos años y bueno como decía le gustaba apostar a las cartas (poker), no era ningún jugador promesa, de hecho perdía mucho, llegaba a perder hasta $6,000 pesos en una sola noche, pero le fascinaba el ambiente que se creaba, de hecho creo que siempre los amigos lo invitaban porque era como apuesta segura. Un día me conto que quería abrir un local para que fuera centro de distribución de vinos que surtían a diferentes restaurantes en Guadalajara, el conocía perfectamente el negocio porque a eso se dedicaba en la empresa para la que trabajaba, tenía hasta los contactos necesarios, pero sus amigos del trabajo comenzaron a meterle miedo de que si su jefe se enteraba lo iban a correr, a parte que se exponía a que le pudieran robar y con eso el dudó, incluso dijo:  mejor no hago el changarro porque si no funciona voy a perder mi inversión y guardadito, yo le dije: oye tu apuestas fuerte en las cartas y no te da miedo perder ¿porque en el changarro si? ¿Qué diferencia hay?, tienes miedo a que te corran pero al final seguro te ibas a dar cuenta que tenias que renunciar para poder dedicarte y hacer crecer tu negocio y si tu negocio funciona podrías ser la competencia directa de donde trabajas, tus habilidades y contactos no cualquiera los tiene.

No queremos ser responsables

Ahora bien, regresando al amigo López ¿De quién es la culpa de la situación del amigo López?

¿Del destino que enfermo a sus esposa? ¿Del compromiso escolar con su hijo? ¿De las deudas que tiene en el banco porque la economía del país está de la fregada? ¿Del jefe negrero? ¿De su suerte?

Creo que todos ya se están imaginando que la respuesta es: si efectivamente el mismo amigo López, para comenzar, las deudas que tiene no fueron porque el banco se le ocurriera cobrarle sino porque él comenzó a gastar de más y en muchas cosas que seguro no eran indispensables, cualquiera puede enfermar para ello el debía haber creado un fondo para emergencias, pagar un seguro medico externo o mejor aun haber buscado que en su trabajo le otorgaran dicho seguro, en cuanto a su hijo pues es un compromiso que él hizo con su esposa al querer formar una familia.

Le sugerí que cambiara de trabajo si no gana lo suficiente o si ya no está a gusto, pero pareciera que le pedí que se aventara a las vías del metro y me aventó en la cara la frase “¡ah! ¿Entonces tú vas a mantener a mi familia si me quedo sin chamba?” Tal pareciera que lo más fácil para él es no querer asumir sus responsabilidades y culpar a otros de su desdicha.

En fin creo que lo obvio es que muchas veces nos es más cómodo echarles la culpa a los demás y no asumir la responsabilidad, nos pasamos quejándonos de que hay corrupción en el país cuando nosotros mismos le enseñamos a nuestros hijos a arreglar las cosas con una “lanita”, nos quejamos de que no alcanza el dinero pero si nos endeudamos con el celular de moda, la pantalla mas grande. Nos quejamos de que el maestro nos ponga a investigar cuando es su responsabilidad darnos la información para enseñarnos, nos quejamos que aumento el robó de celulares pero seguimos comprando robado porque es más barato.

En casa no vemos películas pirata, ya sé que me van a decir que soy mamón o que seguramente soy cristiano, esta ultima si me la han preguntado seguido, pero no, no soy cristiano, no soy para nada religioso, pero si respeto a las religiones; volviendo al punto de no ver películas piratas en casa es por no seguir contribuyendo a la piratería, ahora bien dirán pues a lo mejor a ti te alcanza para comprar, pues tampoco, cuando sale alguna película que me gusta si el precio es de locura como $200 o $350 pesos, simplemente no lo compro, no pasa nada si no vemos la película que nos gusta o llama la atención espero hasta que baje a $30 o $70 pesos y la compro, si es tanta la urgencia por verla, la alquilo en estas modalidades de televisión por demanda y no cuesta más de $45 pesos o de plano voy al cine. No se tu que pensarías si has trabajado duro para conseguir algo y te lo quiten o que otros se beneficien.

A veces siento que sueno al típico padre regañón pero, no es nada de eso, simplemente si queremos que nos funcione lo que nos proponemos debemos hacer un compromiso con nosotros mismos, todo empieza con uno. No solo comprometernos a crear un negocio, sino con nuestros sueños, entrenar duro día a día para ser un gran atleta, estudiar y practicar para ser un gran medico, etc.

Si quieres que las cosas comiencen a funcionar prueba con lo siguiente:

1. Proponte una meta u objetivo a corto plazo, algo que sea de tu total agrado, busca algo que has querido hacer, aprender, etc. Véndete a ti mismo los beneficios de ese objetivo de tal modo que tengas más cosas que ganar, en vez de perder.

2. Crea un compromiso contigo mismo para cumplir tu objetivo, es decir que te quede claro que si no quieres cumplirlo o abandonarlo es total y absolutamente tu responsabilidad, para superar la tentación de abandonar te recomiendo que pienses en el objetivo, en el beneficio que te traerá, la curiosidad por saber o aprender, el hecho de querer hacer un cambio.

3. Establece un plan para lograr tu objetivo, si tu objetivo es ahorrar, te recomiendo que comiences por ver en que puedes reducir gastos no necesarios, si tu objetivo es aprender algo, hay que planificar el tiempo que le vas a dedicar para investigar, estudiar, evaluar, practicar, etc. Cualquiera que sea tu objetivo debes de ponerle un orden, programar tiempos para atenderlo y que de verdad se cumplan.

4.
Apóyate con otras personas que compartan la idea de tus objetivos. Por ejemplo si quisieras aprender a cocinar platillos exóticos, comparte con esas personas que tienden a estar buscando nuevos condimentos, nuevas mezclas, chef que conocen sobre las propiedades de los sabores y como se pueden combinar.

5. Mide continuamente tus resultados, si ves que no le estas tomando el interés o la seriedad al compromiso de lograr tu objetivo, entonces regresa a ver qué es lo que está faltando. Por ejemplo te propusiste ahorrar  100 pesos a la semana y solo estas ahorrando 50 pesos o nada, entonces analiza tus pretextos y háztelos ver como absurdos, es que esta semana no pude ahorrar porque me quede sin tiempo aire y tenía que hablarle a unos amigos, o se me olvido que tenia partido y necesitaba el dinero para pagar mi arbitraje. Este tipo de pretextos quiere decir que estamos buscando justificar nuestra falta de compromiso, si no consideré que tenía que ocupar dinero para mi partido es culpa mía por no administrarme correctamente, por lo que no podre asistir o jugar, ya que no cumpliría con mi compromiso de ahorrar 100 pesos a la semana.

Para poder dominar el miedo que nos da entrar en algo nuevo o desconocido, la mejor manera de superarlo es enfrentándolo haciéndole ver que estas dispuesto a hacer todo lo que está en ti para no quedarte paralizado.

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miércoles, 10 de agosto de 2016

El Dinero ¿Es bueno o malo?

¿Cuántas veces has sido infeliz por tener dinero?

¿Alguna vez te ha afectado en tu vida tener dinero?


Varios amigos me han dicho que el tener mas dinero les ha afectado. Me han comentado: cuando empecé a ganar más dinero mi familia se fue alejando de mi, mi novia me dejó, tuve peleas con muchos amigos y me dejaron de hablar, y hasta te contagian con sus penas, pobres de ellos.

Sin embargo muchas veces te cuentan lo que les conviene, hacerse los mártires de la vida, sin asumir sus responsabilidades, creo que muchos imaginamos que desde que comenzaron a tener un mejor sueldo cambiaron muchas cosas, aquí nuestros padres podrían decir: vez yo tenía razón “el dinero te cambia”, te hace mas soberbio, mas embustero, una mala persona. Tal pareciera que esto es como una especie de hechizo, pero en realidad la respuesta es muy simple el que cambia no es el dinero sino uno.

Muchos de “los varios amigos” tuvieron sus problemas porque con más dinero se dedicaban a beber más y frecuente, a buscar otro tipo de estupefacientes como la cocaína, eso les causo problemas con su familia y pareja, perdieron sus trabajos y comenzaron a pedirle prestado a los amigos pero para seguir con los vicios, en fin.



Pero ¿por qué nos afecta tener más dinero?
Esto en mi opinión se debe a una idea falsa y mal construida idea del poder que nos hace sentir. El tener más dinero nos ayuda a magnificar nuestra mentalidad y pensamientos que tenemos, si nuestra mentalidad es de vacíos comenzamos a querer llenar esas carencias mentales y físicas, pero ¿qué pasaría si nuestra mentalidad fuera diferente?

¿Qué pasa si nuestra mentalidad es de carencias?
Iniciamos una campaña de adquisición de cosas materiales, joyas, el celular de moda, pantallas, electrónicos, en general cosas que no tuvimos, que siempre hemos querido. Muchas veces sin convicción propia, sino porque el vecino, el amigo, el familiar las tienen, nosotros también.

¿Qué pasa si nuestra mentalidad es de envidias y venganza?
El conde de Montecristo podría ser el mejor ejemplo, ocupamos el dinero para comprar un coche y después pasar enfrente de la chava que nos dejo por no poder cumplir con sus demandas. O irse a rentar a las lomas para demostrarle al marido que él era un pobre perdedor. Entiendo lo absurdo que puede llegar sonar pero son solo por poner ejemplos.

¿Qué pasa si nuestra mentalidad es de prosperidad?
Simplemente el dinero extra no se ocupa para gastar, se ahorra una parte para emergencias o imprevistos, otra se ocupa para invertir en uno mismo como pagar cursos y certificaciones de su oficio (cursos de inglés, computación, talleres), otra se podría ocupar para adquirir cosas que puedan aportar valor a la casa o ingresos como por ejemplo, arreglar las tuberías de los baños para no desperdiciar agua, comprar focos ahorradores, comprar una computadora para uso escolar de los hijos, adquirir un equipo de sonido para rentarlo los fines de semana, comprar creperas para vender postres por las noches.

¿A qué mentalidad le podría ir mejor si después de 3 años les cortamos los ingresos extras?

Un ejercicio muy simple que les recomiendo para saber exactamente en donde estamos parados es el siguiente:

Imagínate que hoy te sacas alguna lotería del raspadito y te ganas $100,000 pesos. Pregúntate ¿qué haría yo con ese dinero?

  • Lo ocuparía para pagar mis deudas.
  • Lo ocuparía para comprarme o dar el enganche de un coche.
  • Lo ocuparía para comprarme los artículos de moda e ir a festejar, viajar.

En estos casos lo que posiblemente necesitemos primero es educación financiera, quitarnos de la cabeza la necesidad de estar comprando tanto sin analizar, saber si lo que gastamos supera lo que ganamos. Si nos mantenemos con esta mentalidad en 1 o 2 años vamos a regresar al mismo lugar que estábamos antes de ganar el raspadito, algunos incluso en 6 meses. El más extremo fue un vecino me dijo que 100,000 pesos no alcanzan para nada.

Y si mejor:

  • Lo ocuparía para un fondo de ahorro para la educación de mis hijos.
  • Lo ocuparía para emprender un negocio.
  • Lo ocuparía para invertir conservadoramente.

Aunque como dice mi vecino $100,000 pesos no te sirven para vivir de por vida, pero si son de gran ayuda buscando la manera de volverlos productivos, esta forma de pensar no busca acabar con el dinero busca hacerlo valer a futuro o busca generar más, tal vez alguno lo dejaría como un fondo para emergencias, funciona siempre y cuando no le dé el síndrome de las monjitas de escuela “estarle pellizcando”.


Seguramente has escuchado e incluso estado en una “tanda“, a mí se me hace como un ejercicio de aceptación de lo obvio “no tengo fuerza de voluntad para dejar de gastarme hasta el último pesito”, por eso mejor se lo dejo a otra persona para que me aleje de Satanás. Pero no podemos pasarnos toda la vida haciendo esto, debemos superar esas tentaciones por nosotros mismos.
Cuando mi abuela materna enfermo, mi madre fue la que dedico 24 horas a su atención, desde alimentación, aseo, medicinas, todo. Pero conforme fue incrementando la enfermedad, tuvo que cambiar la vía de administración de uno de sus medicamentos.
Tenía que ser inyectado, afortunadamente en donde vivíamos había la posibilidad de llevarla con una enfermera que lo hacía, incluso una de mis tías sabia inyectar; un día esta tía le dijo a mi madre que debía que aprender a hacerlo, ya que en algún momento podría presentarse la necesidad, mi madre no sabia y tenía miedo de no hacerlo bien y tal vez empeorar las cosas, pero tenía algo que la hizo cambiar, el compromiso con mi abuela, por esa razón se armo de valor para asumir el reto, pidió empezar a practicar con una naranja, pero mi tía le dijo “naranjas” vamos directamente sobre la abuela.
Así fue como ella supero ese miedo y como era de esperarse si, efectivamente “la ley de Murphy nunca falla” tuvo que inyectarla, ya que había veces en donde no podía hacerlo otra persona. Incluso hoy en día muchas vecinas y familia la buscan para que le apliquen sus inyecciones, ya le dije a mi madre con su respectiva cuota (el interés ya saben).
Entonces una de las claves para ayudarnos a superar algunas de nuestras debilidades de consumismo es tener una meta y el compromiso para cumplirla, hacerlo por nosotros mismos y no buscar excusas y pretextos a las cosas que no hacemos o que no logramos.

En conclusión.


Lo que pretendo explicar es que para poder hacer funcionar nuestros sueldos, ganancias, utilidades, aguinaldos, herencias de la abuelita, etc. Es necesario que comencemos a cambiar nuestra forma de pensar.

Si tienes un dinerito extra haz lo siguiente:

1.    Proponte una inversión productiva con ese dinero en algo que te guste (pero que te guste y no que sea un fastidio), en base al dinerito pon el plazo, si se te complica busca metas más cortas y posiblemente más fáciles. Tiene que ser productiva la inversión, nada de invierto en comprarme el controlador dj para después arrumbarlo y terminar vendiéndolo en mercado libre.

2.    Comprométete con esa meta de inversión y disponte a realizar el sacrificio que sea necesario para alcanzar los resultados. Este paso puede ser complicado porque es un cambio al que muchos no estamos acostumbrados. Si después de iniciar esta fase sientes que vas a tirar la serpentina antes de lograr la meta, repite lo siguiente: ¿quiero seguir así toda mi vida o quiero mejorarla?, entonces mejor me aguanto y sigo con el plan.

3.    Aprende mas sobre temas enfocados a tus metas. Por ejemplo si tu meta es aprender otro idioma, investiga que ocupan los poliglotas para motivarse, sus técnicas, que centros de lenguas extranjeras son las de mejor resultados y si se ajusta a tu presupuesto, hacerse de algún amigo que hable ese idioma, etc.

4.    Mientras estas invirtiendo deja de comprar cosas que no sean necesidad, reduce las salidas a los clubes de élite, cantinas, pulcatas. No caigas en las “quesque ofertas” de pantallas a mil meses sin intereses, en pocas palabras no gastes lo que no tienes.

5.    Una vez que termine tu plazo de inversión si tuviste éxito analiza los beneficios que tienes, del ejemplo del punto 3,  el simple hecho de que ya hables inglés es más que una buena inversión, es como un pase a mundos que desconocías, dejar de "washa washear", aumento de sueldo, un mejor trabajo (si, hay que moverse también no crean que ya por saber van a venir a buscarte a la puerta de tu casa para que hagas comerciales). Si hubieron buenos resultados pero no fueron tanto como esperabas identifica que cosas puedes mejorar para la próxima. Por ejemplo si ya escribes y lees bien el inglés pero en las conversaciones te pierdes, entonces hay que enfocar más práctica en ese rubro.

6.    Si no logras tu objetivo analiza que es lo que no funciono, pero debes de ser honesto, nada de decir que no aprendí porque no se me da eso de las lenguas, cuando en realidad faltaste a muchas clases por huevita o porque se te atravesaban los compromisos más rigurosos, o no repasabas ni practicabas porque tu agenda tipo Carlos Slim no te lo permitía. Lo que sigue es corregir lo que no funciono, ajustar estrategia y volver a  intentarlo, si ya se!, van a decir pero si no funciono para que sigo insistiendo, recuerda que  dije corregir lo que no funciono y no volver a hacer lo mismo.

7.    Busca una nueva inversión, nuevo reto, haz que esto se vuelva parte de tu rutina.

Intenta trabajar en estos puntos, se que son cambios o cosas a los que no estamos muy acostumbrados, pero eso si una vez que te comprometas comenzaras a ver buenos resultados, si no vez los resultados que esperabas no te preocupes, veras que esa experiencia te dará otras cosas que puedes aprovechar, cualquier experiencia es aprendizaje y el conocimiento es poder.

Estamos iniciando este blog, con ideas para ayudarnos a encontrar el éxito, emprender proyectos, mejorar nuestra calidad de vida, finanzas y alguna que otra cosa de moda.

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